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2008 Nov Los cómplices del presidente. Anabel Hernández.

Los servidores públicos usan cada vez más artimañas para los manejos discrecionales de la administración. Eso nos obliga a los periodistas a tener que romper barreras para poder llegar al núcleo de la verdad. La aureola de poder que envuelve a los funcionarios estorba la visibilidad de lo que realmente son, sobre todo cuando se trata de secretarios de Estado, primeras damas o del mismísimo presidente. No es posible entender la actuación pública de las autoridades sin conocer lo que hacen en privado, porque es ahí, justamente ahí, donde se dan las componendas. Para tener mejores gobernantes debemos conocerlos mejor.

El propósito de esta investigación es anteponer ante todo el derecho a la información que tiene la sociedad, romper el cómodo silencio de los que ya ni se inmutan ante la corrupción. La crisis política y de inseguridad pública que atraviesa el país obliga a indagar sobre los tres principales causantes de este conflicto: Mouriño Terrazo, García Luna y Calderón Hinojosa. Los cómplices.

No se puede pensar en la crisis de ingobernabilidad, inseguridad, impunidad, hijos que son secuestrados, niños traficados, cuerpos sin cabeza, cabezas rodando sin cuerpo, personas mutiladas por granadas, sin entender que la corrupción está directamente ligada con ella.

Durante mucho tiempo la sociedad se volvió inmune a la corrupción, dejo de ser afectada, sintió que era parte de la cotidianidad. Denuncia tras denuncia se pensaba que la corrupción de Fox y Sahagún entraba en los parámetros de lo normal.

Es hasta ahora que se puede ver que la corrupción arrastrada por años y que explotó el sexenio pasado comprometió a las instituciones del país, su paz y la vida de los ciudadanos.

La corrupción tiene víctimas. No se trata solo de los millones que se pagan en sobornos para conseguir contratos o para que los narcotraficantes tengan la protección de las policías, se trata de algo más. Se trata de víctimas de carne y hueso secuestradas, chantajeadas o asesinadas, niños, mujeres y hombres.

 

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