De la Memoria… 1967 Feb 5 El sentido ideológico de la Constitución. Raúl Cardiel Reyes.
[…] Las reformas esenciales de la Constitución de 1917 recayeron en el capítulo de garantías individuales donde se establecían los derechos humanos. La nueva orientación dada al problema de la educación afectó al artículo 3°; la reforma agraria en el 27; el artículo 123, si bien sale de la parte dedicada a las garantías individuales, es una regulación del contrato de trabajo, al que se refieren los artículos 4° y 5°.
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¿Significa esto que hemos dejado de ser un Estado liberal? Si se identifica a la burguesía con el liberalismo, la respuesta debería ser afirmativa. Pero junto al liberalismo económico o burgués existe un liberalismo político y cultural. La burguesía apoya la libre competencia, el libre comercio, como pilares básicos de la economía. Pero el liberalismo político apoya el derecho a pertenecer a diferentes partidos políticos, a tener diferentes concepciones de la política; el derecho a oponerse al dogmatismo y al autoritarismo en la lucha por el poder, a oponerse a la existencia de un partido único y de una doctrina oficial única sobre el Estado y la sociedad.
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En un país donde la libertad política, la libertad de ciencia, religión y arte están legalmente reconocidas, el liberalismo no ha muerto. Sólo ha terminado el liberalismo económico o burgués.
Pero el hecho mismo de que el intervencionismo estatal esté tan firmemente establecido, de que existan las bases para la planificación económica, ¿no nos conducirá naturalmente a una sociedad planificada por el Estado, a la socialización de los medios económicos de producción? En una palabra, ¿no estableció la Constitución de 1917 los medios legales para crear, mediante una revolución pacífica, lenta y progresiva de la estructura económica y social del país, un Estado socialista?
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Sin embargo, lo hay. A pesar de todo el peso de estas discusiones teóricas, una postura más que cree en la estabilidad de un sistema político como el mexicano; que acepte la coexistencia entre intervencionismo estatal y liberalismo; que sustenta el sistema mixto de Economía como estructura permanente. Este puesto ha recibido varios nombres. Apenas empieza a amanecer en el campo de las ideas políticas contemporáneas. Se le ha llamado liberalismo social, socialismo liberal. Estado del servicio social. Estado benefactor, capitalismo reformado, neoliberalismo, finalmente Estado de bienestar que es el término que preferiríamos. Se propone remediar los vicios del capitalismo estableciendo una política anticíclica, según los principios de la economía keynesiana, para evitar la crisis, y una política de igualación para redistribuir mejor la riqueza; se propone intervenir en los sectores sociales y económicos que es necesario para obtener un desarrollo económico constante y equilibrado; busca esencialmente el bienestar de la comunidad y por eso mismo el de las clases populares, a las que intenta elevar en su nivel económico, social y cultural; no es un régimen ideológico, sino programático, que no pretende demostrar filosofía alguna; porque apoya la iniciativa privada si la considera necesaria, pero la limita si la cree prudente; recurre a la nacionalización, pero devuelve sus empresas al sector privado, cuando considera que el motivo de la intervención estatal ha dejado de existir; planifica la economía no de manera obligatoria, como en los Estados socialistas, sino de manera indicativa, como en los Estados democráticos; no suprime la propiedad privada porque no cree que sea necesario recurrir a este procedimiento, sólo para regular la economía; cree más en la evolución que en la revolución; en resumen, apoya la libertad política y cultural, pero limita, en la medida en que el interés público lo requiere, la libertad económica. Los grados de intervención estatal que implementa el Estado de Bienestar dependen de la situación económica de cada país. Es una forma política apropiada para los países desarrollados y en desarrollo. Intenta llevar a cabo el programa social y económico del socialismo, sin dictaduras ni supresión de la propiedad privada. Cree en el valor de la personalidad humana; reconoce como esencial el principio de libertad y al mismo tiempo busca hacer realidad el principio de igualdad. El Estado de Bienestar incluye instituciones como la Seguridad Social, la educación superior gratuita, la promoción del arte y la investigación científica y, finalmente, todas las complejas ramas de los servicios sociales que actualmente caracterizan a los Estados modernos.