2024 Ene 25 Occidente: debacle moral. John Saxe-Fernández.
El analista brasileño Pepe Escobar reseña el libro de Emmanuel Todd La derrota de Occidente, publicado en Francia la semana pasada: Todd, historiador, demógrafo, antropólogo, sociólogo y analista político, forma parte de una especie en extinción: uno de los pocos exponentes de la intelectualidad francesa de la vieja escuela, heredero de aquellos como Braudel, Sartre, Deleuze y Foucault.
En el entorno de la guerra en Ucrania analiza procesos como el fin del Estado-nación, la desindustrialización, los cambios demográficos, la religión, la supremacía de un nihilismo imperial expresado en conflictos perpetuos.“La UE abandonó cualquier pretensión de defender los intereses de Europa: se aisló de la energía y el comercio con su socio Rusia y se autosancionó…, el eje París-Berlín remplazado por el Londres-Varsovia-Kiev fue el fin de Europa como actor geopolítico autónomo”. Eso ocurrió sólo 20 años después de la oposición conjunta de Francia y Alemania a la guerra neoconservadora contra Irak.” (Pepe Escobar, Observatorio de Trabajadores, 19/01/24).
En relación con EU, el coronel (R) Larry Wilkerson (EU) en conversación con Nima Rostami (Dialogue Words, 1/07/2024) se refiere a su profunda crisis de liderazgo, la debacle financiera, social y estratégica, la ausencia de una diplomacia de altura capaz de interlocución con Vladimir Putin sobre la paz necesaria más allá del insulto y la provocación. El vacío de liderato se llena con guerra, desoyendo las palabras del presidente Eisenhower (1953-1961), quien advirtió sobre los riesgos de un complejo militar industrial fuera de control.
En este contexto, Wilkerson se refiere a Davos como el lugar donde los peces gordos y los oligarcas se reúnen a discutir el mundo, mientras prosigue la matanza en Gaza. Davos donde el secretario de Estado de EU, Antony Blinken, insiste en dar oxígeno a Zelensky, quien está perdido, derrotado sin entender que proseguir con la guerra en Ucrania significa más víctimas, la masacre de más jóvenes. Davos, como foro para que el presidente israelí, Isaac Herzog, pidiera que se rechazaran las acusaciones de genocidio mientras ante la fiscalía de Suiza se presentaban denuncias penales en su contra.
No puede faltar en esas reuniones el momento del mea culpa: El reciente informe de Oxfam titulado La supervivencia de los más ricos, en el cual se señala que la riqueza extrema y la pobreza extrema han aumentado simultáneamente por primera vez en 25 años. Mientras la gente corriente hace sacrificios diarios para cubrir necesidades esenciales como la alimentación, dice Gabriela Bucher, directora de Oxfam, “los super ricos han superado incluso sus sueños más descabellados… desde 2020, 63 por ciento de toda la nueva riqueza fue captada por uno por ciento más rico”.
Los sectores de las petroleras, del lujo y el financiero constatan un incremento de 89 por ciento en las ganancias de los años 2021 y 2022 (plena pandemia). Para el economista británico Michael Roberts este informe es una asombrosa condena del fracaso del orden capitalista a la hora de satisfacer las necesidades sociales de la inmensa mayoría de la humanidad (Observatorio de trabajadores, 16/01/24/)
Por su parte, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, designada, no electa, y al servicio de la agenda EU, dando la espalda a guerras y matanzas en curso así como a los estragos del colapso climático, plantea que el problema más importante que enfrenta el mundo es el de la desinformación: ¿más censura?
Mientras en el mundo real, Sudáfrica, país emergente del sur global, presentó una denuncia contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia y en lenguaje diplomático solicita medidas cautelares para prevenir un genocidio en Gaza. Para el periodista y activista político Thierry Meyssan, la Corte Internacional de Justicia es, por ahora, la única jurisdicción que respeta el derecho internacional. En ese foro Sudáfrica invoca en su demanda la Convención para la Prevención y Sanción del Crimen de Genocidio, adoptada el 9 de diciembre de 1948, frente al tratamiento que se ha dado a los palestinos durante 75 años: “lo que Israel llama ahora su ‘guerra contra el Hamas’ debe analizarse en el contexto de todo lo sucedido antes, así como la intención específica (dolus specialis) de destruir a los palestinos de Gaza como parte del grupo nacional, racial y étnico palestino”.
El analista francés nos narra lo que define como la tenebrosa presencia israelí en Sudáfrica: en tiempos del apartheid, los sionistas israelíes ayudaron a organizar la represión, utilizaron el desierto sudafricano para probar su bomba atómica y financiaron investigaciones sobre armas biológicas, esperando hallar una enfermedad que matara sólo a los negros y los árabes. Sic (Meyssan, Observatorio de trabajadores, 16/01/24) Mandela calificó la situación palestina de apartheid israelí.
Facebook: John Saxe Fernández
Tomado de: La Jornada