2024 Mar 26 Flojera ciudadana suicida. Francisco Martín Moreno.
Me he cansado de escuchar una voluminosa catarata de quejas en relación con la catastrófica gestión de López Obrador y a las decisiones adoptadas por las mayorías morenistas para destruir la obra de varias generaciones de mexicanos.
Que si acabó de un plumazo con el Naicdmx, con ProMéxico y con el Consejo de Promoción Turística y evitó la captación de miles de millones de dólares anuales y de cientos de miles de empleos.
Que por qué no encarceló a la “Mafia del Poder” o no construyó un Estado de Derecho y aplica una justicia selectiva. ¿Por qué desmantela los organismos autónomos, los soportes de la democracia mexicana? ¿Por qué desea llegar a las elecciones con un árbitro electoral parcial? ¿Por qué, eh..?
¿Por qué promueve la corrupción al no licitar las compras federales? ¿Por qué mintió al asegurar que ahorraría 500,000 millones de pesos derivados de la putrefacción de la pandilla priísta, solo para que el botín lo disfrutara ahora la pandilla morenista? ¿Por qué insiste en erradicar la inseguridad nacional por medio de “abrazos y no balazos” ante las carcajadas del hampa? ¿Por qué no se conduele ante el asesinato de más de 180,000 mexicanos, 100,000 desaparecidos y 800,000 compatriotas muertos injustificadamente durante la pandemia? ¿Por qué puso la reforma educativa en manos de una coordinadora defensora de la ignorancia?
¿Por qué en lugar de promovernos como el país de la oportunidad, daña gravemente la marca México y deja de representarnos en foros internacionales, como correspondería a la décimo tercera potencia económica del orbe? ¿Por qué divide al país en lugar de reconciliarnos? ¿Por qué utiliza impunemente el presupuesto federal como su caja chica, desperdicia el ahorro nacional en proyectos suicidas y compra votos con recursos públicos de cara a 2024? ¿Por qué durante la pandemia destinó solo el 0.6% del PIB para rescatar a las empresas de la quiebra y evitar el desempleo, cuando EU dedicó el 10%?
¿Por qué canceló las estancias infantiles y los comedores comunitarios, y abandonó a su suerte a cientos de miles de pequeñitos? ¿Por qué? Sí, mil ¿por qué?
Pero cuando se trata de cancelar los daños y evitar un desastre mayor el próximo 2 de junio, un día de dimensiones históricas para extirpar de una vez por todas y para siempre este terrible cáncer que devora por todos los costados el organismo nacional, es decir, cuando el objetivo mayúsculo, por cierto, consiste en instalar 170,962 casillas electorales con un mínimo de 6 ciudadanos en cada una de ellas, además de otras 3 personas en casos de suplencias indeseables a título de elemental precaución para garantizar la instalación de dichas casillas…
Entonces, cuando el objetivo es reunir por lo menos 1.025,772 compatriotas para llevar a cabo las elecciones en los términos establecidos por la ley, de golpe surgen pretextos para no asistir, como la flojera suicida, ya que hay que estar presentes desde las 6 de la mañana hasta tal vez la madrugada del día siguiente para levantar las actas y cotejarlas debidamente.
Ante semejante esfuerzo, tal vez en una sola ocasión en la vida y sobre todo cuando la patria está en juego, surge otro fenómeno pernicioso: la apatía…
Como si lo anterior no fuera suficiente, y muy a pesar de que si el 20% de todas las casillas en el país no quedaran instaladas se anularía la elección y, por lo tanto, no habría presidente ni Congreso de la Unión electos, un escenario de verdadero horror, todavía se esgrime para no asistir a las casillas la inseguridad callejera o motivos religiosos, al ser imposible no estar presente en las iglesias o templos en el domingo del caso.
Por supuesto que es muy factible que Xóchitl se alce con el triunfo, pero si el 20% de las casillas no se llegaran a instalar por flojera, apatía, por la inseguridad, por motivos religiosos o por las razones que se deseen, se anularían las elecciones, como sin duda son los deseos de los morenistas en el evento de que la candidata de la oposición resultara vencedora.
No se le puede dar cabida a la flojera ciudadana cuando México está en juego. Tendríamos que contar, por lo menos, con 50 candidatos por casilla a la voz de “50 compatriotas en cada casilla te dio”…
Quien no asista a votar o no se presente para instalar la casilla, no solo habrá perdido el derecho a quejarse en el futuro, sino se habrá sumado a la suscripción del acta de defunción de México.— Ciudad de México.
Tomado de: El Diario de Yucatán