2025 Feb 23 ¿Qué, cómo y con qué? Rafael Álvarez Cordero.
¿Qué argumentos servirán para que se reconozca la miseria económica, social y sanitaria?
“No escribas ni una línea cuando estés de mal humor”, me dijo un sabio amigo al verme tratando de pergeñar unas líneas para una publicación en donde yo escribía; aquel hombre sabio fue don Huberto Batis, a la sombra del cual comencé a escribir. Hoy lo he recordado admirando la pasión con las que vivió, escribió y participó en aquel movimiento que dio origen a diversos diarios, y sí, siento que es difícil escribir cuando estoy sintiendo y viviendo lo que ocurre en el país; pero, por otro lado, disfruto la lectura de las columnas de don José Elías Romero Apis, llenas de verdades, buen humor y sabias reflexiones sobre el acontecer nacional, que deja a los lectores con un buen sabor de boca, finalmente recuerdo a Ryszard Kapuściński que decía: “Para ejercer el periodismo, ante todo hay que ser buenos seres humanos”.
Me ha costado escribir, porque de buenas a primeras me doy cuenta de la magnitud de los problemas de México; siempre lo he amado, y a lo largo de los años celebré victorias y viví derrotas a nuestros principios y valores. Hoy, después de un infortunado sexenio en el que se perdió la dignidad de la Presidencia, la majestad del gobierno, y se destruyeron las instituciones que nos caracterizaban como país digno, demócrata y progresista, pregunto: ¿qué debemos hacer?, ¿qué fuerzas tenemos que mover?
Y no me es fácil responder, porque, por un lado encuentro una población de ciudadanos, millones, que no se interesan lo más mínimo por el país; sus carencias, su ignorancia y la dependencia indigna hacia las dádivas miserables del gobierno, hacen casi imposible mover sus conciencias para que vean la realidad del país.
Y, por otra parte, lo que fue tradición por sexenios, cuando nos enterábamos de la corrupción de tal o cual personaje político se ha convertido en algo generalizado y todos los días nos enteramos de la corrupción, el nepotismo y la maldad abierta en la política.
Con esos “qués”, ¿cómo podemos actuar?, ¿cómo podemos mover las conciencias de nuestros compatriotas?, ¿qué organización puede llevar la voz a todo el territorio nacional para despertar de esta situación insostenible?
Como universitario participé en aquellas manifestaciones para defender a nuestra UNAM, como médico viví momentos de tensión cuando los problemas con Díaz Ordaz, y como escritor tengo más de 30 años que escribir mi verdad a quien quiera oírla, y vuelvo a preguntar ¿cómo podemos superar esta etapa de una dictadura que no quiere decir su nombre?, ¿cómo podemos denunciar y mostrar al mundo las violaciones a nuestros derechos perpetradas por una cáfila de ignorantes, mentirosos, corruptos que se adueñaron del gobierno?
Porque a falta de resultados, siguiendo a Joseph Goebbels, los voceros de la 4T inundan al país con informaciones falsas, con números erróneos, y con siniestra propaganda que sale desde los micrófonos del Salón Tesorería e inunda todo el país.
¿Con qué armas enfrentaremos lo que está ocurriendo?, ¿qué argumentos servirán para que se reconozca la miseria económica, social, sanitaria, en todos los órdenes?, ¿cuándo abrirán los ojos quienes los tienen tapados por unos míseros billetes?
¿Y quién o quiénes podrán encabezar esa lucha de manera que tenga eco en cada ciudad, en cada municipio, en cada estado?; los nombres son muchos, unos con mayor presencia que otros, unos con capacidades políticas, otros con buenos conocimientos jurídicos, etcétera, soy y he sido siempre optimista, y sé que en los meses próximos veremos surgir esos personajes que le devolverán al país su Constitución, sus Leyes, su grandeza y su libertad.
Termino como inicié, tratando de esbozar una sonrisa, como la que tenía mi papá cuando decía: “Tranquilo, hijo, todo saldrá bien”.
Tomado de: Excélsior