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2025 Abr 9 Fragmentación Sergio Aguayo.

En seguridad hay una coincidencia plena entre Sheinbaum y Trump; vendrá la etapa del desmembramiento de los grandes cárteles.
A la memoria de Teresa González Murillo. Asesinada por buscar desaparecidos.
En la guerra comercial desatada por Donald Trump, la presidenta Claudia Sheinbaum obtuvo una mejor posición por varias razones. Me centro en la total coincidencia en temas de seguridad.

Hace un siglo estuvimos a punto de ir a la guerra con Estados Unidos porque nuestra Constitución afectó los intereses de sus empresas mineras y petroleras. Se evitó porque en 1927 el embajador de Estados Unidos y el presidente de México acordaron concesiones económicas y se entendieron para apoyarse en asuntos de seguridad. Para Estados Unidos era indispensable un México estable y una frontera pacificada, pues eso lo liberaba para proyectar su poder al mundo.

En esa misma década los gobernantes mexicanos acordaron un pacto de impunidad con los criminales que sigue vigente. Estados Unidos lo toleró porque la delincuencia fue, durante muchas décadas, un actor marginal controlado por el presidencialismo centralista. Nadie anticipó un crecimiento que ha terminado haciéndose intolerable para los dos gobiernos.

Claudia Sheinbaum llegó al cargo con una propuesta afinada durante su etapa como jefa del gobierno capitalino. La ahora Presidenta pulió el modelo de seguridad construido por la izquierda capitalina desde que tomó el poder en 1997: atender las causas, policías con mandos civiles, formación de cuadros especializados y relaciones con las dependencias de seguridad estadounidenses. Cuando llegó a la Presidencia extrapoló ese modelo al país.

Al mismo tiempo creció en Estados Unidos la inconformidad con el empoderamiento criminal. Un aviso claro fue la declaración de guerra hecha por Anne Milgram (comisionada de la DEA de Joe Biden) contra el CDS y el CJNG. Trump convirtió esa postura en prioridad para todo su gobierno, pues los cárteles afectan la salud pública, y porque para rehacer el orden internacional necesita de una frontera controlada y de un gobierno mexicano dispuesto a colaborar.

En ese terreno hay una coincidencia plena entre Sheinbaum y Trump y el poderío bélico, policiaco y de inteligencia de los dos países; asimismo, las disputas éntrelos cárteles de Sinaloa y Jalisco hacen posible pronosticar su derrota. No será fácil ni inmediato, pero es un resultado cantado.

Los cárteles se fragmentarán, pero no desaparecerán. Están bien atrincherados en la sociedad, la economía, la cultura y en los municipios y estados con gobiernos débiles y escasa organización social. Nos encaminamos hacia un modelo italiano.

En su tesis doctoral de 2019, Rodrigo Peña explica la manera en la que el gobierno y la sociedad de aquel país descabezaron y desmembraron a la Cosa Nostra, que se transformó para sobrevivir. Una tesis de 2023 cuenta la historia de la Camorra napolitana. Catello Romano la redactó en prisión con el título de la Fascinazione crimínale. Uno de sus principales argumentos es que la criminalidad sobrevive porque una parte de la ciudadanía encuentra atractiva la vida criminal (la malavita).

Apuntala su argumento con una cita del famoso juez Giovanni Falcone: “La mafia no es un cáncer que haya proliferado por casualidad en un tejido saludable. Vive en perfecta simbiosis con la multitud de protectores, cómplices, informantes, deudores de todo tipo y personas intimidadas o chantajeadas”. En su opinión, está en “todos los estratos de la sociedad”. A Falcone lo ejecutaron con una poderosa bomba.

México es un laboratorio que confirma constantemente los enunciados mencionados: la displicencia con la cual la Universidad de Guadalajara rentó o prestó sus instalaciones para un concierto donde se ovacionó al líder máximo del CJNG, la reivindicación hecha por el gobernador de San Luis Potosí de los corridos tumbados o el vergonzoso -pero revelador- coro femenino interpretando a capella “no-estás-solo” mientras rodeaban al Cuauhtémoc Blanco que se fotografió con capos morelenses.

La cultura mañosa subvierte y destruye las instituciones del Estado de derecho y en México, como en otros países, se libra una batalla monumental entre quienes defienden las culturas de la violencia, la corrupción y el autoritarismo, y quienes salvaguardan los avances de la imperfecta democracia mexicana. Para preservarlos tenemos que prepararnos para la etapa del desmembramiento de los grandes cárteles. La anticipación es la santa matrona de la victoria.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tomado de: Reforma