2022 Crónicas de un Estado fallido. Oswaldo Burneo Castillo.
PRESENTACIÓN
La incapacidad para ejercer control en su territorio, la falta de autoridad o su pérdida de presencia, la crisis de credibilidad en las instituciones democráticas, así como la creciente inseguridad jurídica y la ineficacia del Estado, constituyen la suma de elementos o factores que, peligrosamente, nos pueden conducir a un Estado fallido.
El concepto de “Estado fallido” surgió en la década de 1990 tras la caída de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS); mas hablar del tema resulta una propuesta ciertamente polémica; hay estudiosos que prefieren suavizar el término para desarrollar teorías sobre “Estados débiles o frágiles”, matizando así muchos casos en los que se advierten líneas preocupantes, que establecen alertas rojas, por los índices de eficacia de ciertos Estados.
“Desde su fundación como República, hemos estado sometidos a diferentes vaivenes por el poder, bajo intereses regionales donde pequeños grupos civiles, militares y religiosos han sido parte importante de su participación, quienes, unas veces con un Estado teocrático conservador, liberal y laico, han desarrollado acciones dispersas que no necesariamente han sido justas y oportunas. Ante la ausencia de las fuerzas vivas y productivas de este país, las élites organizadas políticas han puesto en marcha acciones que han contribuido para que el Estado se vuelva deficiente e incapaz de poder actuar con diligencia y efectividad”, señala con estricto apego a la realidad histórica, el estudioso y patriota lojano, J. Oswaldo Burneo Castillo, en su extraordinaria obra-denuncia intitulada CRÓNICAS DE UN ESTADO FALLIDO.
La falta de estabilidad política ha sido, sin lugar a dudas, uno de los elementos más perturbadores para nuestro país, cuya inestabilidad institucional le ha llevado a exacerbar sus debilidades y su incapacidad para atender las crecientes demandas de una sociedad, donde siete de cada diez ecuatorianos no tienen acceso a un trabajo formal.
La democracia cada vez está lejos de ser un sistema de organización social capaz de ofrecer a los pueblos eficaces, concretas y justas posibilidades de participación en la toma de decisiones políticas dentro del Estado y, especialmente, en el disfrute de la salud, la educación, el trabajo, la seguridad integral y la cultura. La democracia económica, sin lugar a dudas, es la infraestructura de la democracia política y esta carece de sustento si la primera no existe.
El Estado debe ser un poderoso medio para la consecución de las metas del hombre y no un fin por sí mismo y el ser humano debe constituir el centro y la razón de ser, de las instituciones políticas; la dimensión humana del desarrollo, entendida como la suma de libertad, dignidad, salud, estabilidad económica y seguridad jurídica, es lo que se debe buscar como resultado práctico de eficaces acciones de los gobernantes, entendiéndose que el desarrollo humano dentro de la sociedad tiene directa relación con una serie de bienes tangibles e intangibles que, en conjunto, determinan la calidad de vida de un pueblo. Es fundamental entender en este punto que el crecimiento económico por sí mismo no significa desarrollo humano; existen muchos países que tienen altos índices de crecimiento, pero bajo desarrollo humano.
El desarrollo humano es el resultado del desarrollo económico entendido como un concepto de orden cualitativo que está directamente relacionado a la salud pública, a la educación, al trabajo, a la seguridad social, ciudadana y ambiental; está además directamente relacionado con la producción, productividad y sobre todo con la equidad social. Por tanto, no se trata de lograr el simple crecimiento económico sino el desarrollo, esto es el aumento constante de la producción acompañada de la justa distribución social de los beneficios del progreso, como la sumatoria ideal del desarrollo político, biológico, económico y cultural de la sociedad.
La educación es uno de los pilares fundamentales para construir sólidas bases de un país, el instrumento fundamental para alcanzar el desarrollo de una sociedad moderna, democrática y libre; para ello, es fundamental implementar urgentes y eficaces reformas al sistema educativo nacional, buscando la implementación de pénsums sustentados en valores, alejados de adoctrinamientos perniciosos; es inaplazable lograr ampliar a todo el territorio nacional sistemas de conectividad, a efecto de tener a los estudiantes rurales dentro de redes modernas de comunicación y teleducación.
Nuestro hermoso Ecuador no logrará salir de su megacrisis, si no se implementa un vasto Proyecto de Desarrollo Rural Integral, con crédito oportuno y de bajo costo, de asistencia técnica, que nos conduzca a la formación de un país agroexportador, alejado de viejas y agresivas prácticas extractivistas que han ocasionado graves daños al ecosistema.
En el libro del Econ. Oswaldo Burneo se remarca que los ecuatorianos hemos sido víctimas de una clase política mediocre, así como de una burocracia pesada que lejos de cumplir con su rol de servidor público, de ella ha devenido en abusadores y maleantes. Burneo pone especial acento en advertir que Ecuador se ha convertido en un paraíso para los carteles del narcotráfico internacional y local, pasando una gigante factura a la sociedad que paga un elevadísimo costo por políticas permisivas que son las responsables del avance mafioso. Basta constatar lo que ocurre dentro del sistema penitenciario del Ecuador, para advertir que no es el Estado el que controla esos recintos penitenciarios, y que, desde allí, se maneja el crimen organizado, destrozando elementales sistemas de seguridad ciudadana.
Si la sociedad ecuatoriana no reacciona en su conjunto, para consolidar su poder, a fin de sacudir y conducir a las estructuras políticas y sociales, para lograr un gran Acuerdo Nacional con no más de cinco puntos fundamentales; la crisis, la inseguridad, la pobreza y el lumpemparlamentarismo, seguirán abriendo anchas avenidas, para el establecimiento de un Estado fallido.
- Oswaldo Burneo, en su extraordinario libro, hace un ferviente llamado para salir del oprobio y marasmo heredados por malos gobiernos, para salir de la peor catástrofe emocional, económica y social; su patriótico exhorto nos conduce a pensar que estamos a tiempo para resurgir como rescoldos ardientes; pero, para lograrlo, Burneo no se equivoca al considerar que la unidad nacional es el único camino que nos queda, para soñar, diseñar y concretar la construcción de una nueva sociedad más justa, más igualitaria, más equitativa, más inclusiva, más solidaria, más ética.
Patricio Jijón Larco
CRÓNICAS DE UN ESTADO FALLIDO. J. Oswaldo Burneo Castillo
LIMINAR
Si usted me conoce en base a lo que yo era hace un año, usted ya no me conoce. Mi evolución es constante. Permítame presentarme de nuevo. Oscar Wilde.
Nuestro Estado ha funcionado bajo la coerción y visión de acciones contrapuestas en medio de una estropeada vida republicana, circunscribiéndose en proyectos cortoplacistas a favor de determinados sectores organizados cercanos a los gobiernos de turno, creándose parcelas de poder, pactos y una sociedad decadente y anclada a un Estado rentista, al otorgárseles derechos y prebendas que en nada aportaron a la estabilidad, desencadenándose privilegios en desmedro de las mayorías que, en algunos casos, afectaron a la seguridad nacional, produciendo una ola de pobreza y migrantes del país.
La proporcionalidad alta de gremialistas y movimientos políticos trajo el “cesarismo populista”, insertándose como hidra por todos lados, ahondando las crisis y multiplicando los problemas al tornarse en incertidumbres en medio de tantas exigencias, ya que la falta de un auténtico patriotismo fue, quizás, presa de propósitos torcidos en un Estado grande y paternalista, socavando nuestra democracia considerada para muchos no un sistema abierto sino único e inamovible con dogmas caducos, pero sobre todo sin respetarse la institucionalidad.
Desde el inicio, en la República, hubo un paraguas protector para grupos civiles, militares y religiosos nacidos de un Estado teocrático conservador, liberal o laico, rodeado de trincas que, sumadas a una lábil sociedad civil de élites cambiantes en el campo político, transgredieron las leyes con caudillos que impusieron sus propias reglas. Conductas tribales con ínfulas retenidas acapararon estamentos nacionales con un cerril manejo al abusar de la ley, formándose ethos humanos los cuales fisuraron el Código de la Democracia produciendo limerencia y fanatismos colectivos.
Esta matriz nos llevó a ser pobres, porque si analizamos profundamente la abundante biodiversidad y geología, tanto de la Sierra, Costa y Oriente, observamos que poseemos riquezas suficientes para encimar al oprobioso subdesarrollo y la tautología de un frívolo y altanero comportamiento de poca monta, que giró alrededor de entelequias, impidiendo un cabal desarrollo pese a las condiciones naturales y excepcionales que nos rodean.
Los años republicanos estuvieron plagados de sobresaltos al configurarse proyectos de reconstrucción nacional muy cambiantes y variopintos, aunque, si bien nunca fue tarea fácil, se saboreó experiencias de orden genuflexo resultando las costumbres retráctiles ser dueñas de nuestros espacios. Entonces, la pregunta consiste saber en qué consiste salir de este oprobio si no retrotraemos los errores repetidos, ya que la opacidad y actitud cerval adoptada terminó conduciéndonos al ruidoso fracaso.
El vértice por el que miramos los problemas no permite dimensionar claramente aspectos considerados trascendentes, al caer en desaguisados y por estar ciegos y sordos cuando se trata de consolidar un conglomerado social de acuerdo nacional transparente; más aún, si hoy vivimos divididos y frente a un crimen organizado que día a día prolifera por todos lados, porque quizás los organismos de control se instrumentaron para conveniencias y agrupaciones que halan para su orilla los cuales tienen definida su agenda a favor de agremiados, élites políticas y clubes de amigos.
¿Hay que conformarse con este Estado de los permanentes errores? O podríamos decir que los Estados fallidos solo corresponden a ideologías fracasadas como ocurrió con la ex URSS, que como Putin busca reinsertar con sangrantes episodios; aunque, los estadísticos señalan saldos en rojo y déficits presupuestarios, producto del tráfago infligido por quienes violentaron la civilidad al no estar preparados ya que pisotearon valores hasta el cansancio; y, porque la política nacional colapsó en juicios y abusos sin precedentes.
Construir una República es algo más vasto y penetrante, es un orden social, cultural y económico con un tejido entrelazado entre lo público y privado, consolidado sobre un pergamino moral; o sea, no encubrirnos con la epidermis del criollismo vivaracho, ese del acomodo que transita con sordidez por la vida política aberrante.
Si hacemos historia de la triada equivocada de los valores, no haríamos que ascetas iluminados palanqueen puestos, tuerzan sentencias, persigan a inocentes, perdonen resoluciones ejecutoriadas, como cuando tirios y troyanos se unieron por objetivos comunes, usando las ideologías solo como alfombras para alcanzar esos propósitos.
En materia económica, la dolarización por suerte fue nuestro escudo salvador, pese a que mantenemos la mala costumbre de continuar despilfarrando e incrementando el gasto estatal siendo la corrupción la parodia del ridículo que no tiene fondo y, si le sumamos un modelo de bienestar dilapidador, todo esto termina siendo una colosal utopía.
Debemos mirar por un caleidoscopio hologramas distintos, crónicas matizadas con disímiles funciones, con propósitos asertivos y no siempre pender sobre un agujero profundo, donde todos tienen precio, donde se exige y no se aporta, viviendo del Estado y con desorden en la cabeza al decir que el gobierno es dueño de todo, que lo debe controlar todo y que el Estado maneja nuestras vidas, dejando al margen a ciudadanos preparados y productivos ya que las reglas incluyentes solo están dirigidas para favorecer a personas sin ninguna clase de méritos.
Antonio Gutiérrez Rubí señala: queremos las soluciones y servicios, todas las respuestas de manera urgente, pero sin transiciones ni límites, inmediatas, sin esfuerzo y sin sudor ni sufrimientos.
Después de un diagnóstico detallado, concluimos que para evitar estos estropicios y no seguir cocidos al suelo cegados por las luces artificiales de las ambiciones, es menester abrir la barrera del tiempo y usar alternativas reales para producir, aprovechando las ventajas comparativas y competitivas, pero con reglas claras ya que lo único que lleva a puerto seguro es generar riqueza sin un Estado atosigante, ni cortapisas, donde sea la confianza e inversión la que solvente los problemas del desempleo, pero otorgando condiciones apropiadas, además educando con procedimientos prácticos y no con tesis que nos estrellen; además, donde la cultura se multiplique y sea un campo de acción ética abierta para que sectores dogmáticos no se aprovechen de todos los espacios al considerar que su credo político, ya en desuso, es el único camino para nuestro desarrollo.
El sistema no es perfecto, pero vendrán más riesgos si nos seguimos reencarnando en nefandos líderes, aunque mi esperanza radicará en decir que no es tarde, si la preposición para avanzar es dinamizarse y contagiarse de la ontogenia de la sensatez al abrirse al prisma renovado para no ser víctimas de charlatanes con sistemas equivocados, esos que nos quieren tener encerrados en un imaginario social y en un discurso de crispación y engaño. Por eso sería bueno torcer el cuello hacia la modernidad, aunque nos represente luchar contra autócratas obcecados e incluso contra mafias, esas que exacerban la conducta ciudadana en pro de irrealidades al conseguir un bodrio de proclamas y pactos inefables.
La vida resulta mejor que en cualquier tiempo pasado, aunque absurdamente experimentemos horrores producto de complicarnos. Por tanto, prepararse para cambios bruscos en la globalización que avanza, resulta indispensable y pasar a la exclaustración dejando fuera factores doctrinales que nos atomizan y confunden, porque sencillamente tras de todo esto se conjugan siempre intereses antes que una línea digna.
Este libro invita a la reflexión, denuncia los atropellos y trata de dar soluciones de orden político y económico, sin caer en la obstinación de apuntar solo a la corrupción y equivocaciones que cargan estigmas tormentosos, sino además busca aportar con ciertas reflexiones para desenmarañar los grandes desafíos que muchas veces nos tienen desorientados: como sucedió en los albores de Suiza, un país en ciernes y con amplio historial de problemas, este buscó a Guillermo Tell, quien con una bayeta impuso la justicia helvética al sacudir el tablero de los abusos llevándolo a su verdadero objetivo luego que su pueblo lo siguiera y lo proclamara su líder.
Ojalá Prometeo, ese ser mítico, divino, que tenía la debilidad de amar a los seres humanos, se apiade de nosotros y se robe nuevamente el fuego de los dioses privilegiados, para limpiar las tinieblas que nos tienen envueltos en la más cruenta oscuridad desde la Colonia.
Tabla de Contenido:
Dedicatoria
CRÓNICAS DE UN ESTADO FALLIDO
PRESENTACIÓN
CRÓNICAS
LIMINAR
CAPITULO I
¿ECUADOR ES UN ESTADO FALLIDO?
RECUENTOS DE ACONTECIMIENTOS NEGATIVOS
BREVE HISTORIA DEL EXTRACTIVISMO Y FORMACIÓN DE LOS ESTADOS
ELEMENTOS QUE SOSTIENEN AL ESTADO Y RAZONES DE SUS FRACASOS
ANTECEDENTES HISTÓRICOS, POLÍTICOS Y ECONÓMICOS DEL ECUADOR
EL ESTADO ECONÓMICO QUE CUESTIONAMOS
POLITICAS ERRADAS Y CAUSA PARA
NUESTRO ATRASO
CAPÍTULO II
Escrito por una norteamericana:
MÁS ESTADO Y MENOS PAÍS
TAMAÑO DEL ESTADO
PRESUPUESTO INFLADO DEL ESTADO
ECUADOR, ESTADO DE LA ENTROPÍA
EL ESTADO ENDEUDADO
ESTADO DISPENDIOSO Y OBESO
EL FERIADO BANCARIO Y LA AGD
GOBIERNOS SECCIONALES FALLIDOS
CAPÍTULO III
SILOGISMOS POLÍTICO Y ECONÓMICO
EL ESTADO DE LA REVOLUCIÓN
LA IDEOLOGÍA QUE CAMINA POR AMÉRICA LATINA
SOBORNOS Y SENTENCIAS
CAÍDA DEL SISTEMA Y MANEJOS MINEROS
CAPÍTULO IV
DESPOJOS DE UNA
MULTICULTURAS Y EL COMPORTAMIENTO DE NUESTRA GENTE
EL NEOPOPULISMO
TOTALITARISMOS Y DICTADURAS CRIOLLAS
LA LUMPENIZACIÓN DE LA POLÍTICA
CAPÌTULO V
MACRO Y MICROECONOMÍA
LA ANSIADA LIBERTAD E ÍNDICES DE INNOVACIÓN
CRECIMIENTO ECONÓMICO
ECONOMÍA DE MERCADO Y TASAS DE INTERÉS
VENTAJAS COMPARATIVAS Y COMPETITIVAS
LA TECNOLOGÍA Y SU CAMPO DE ACCIÓN
POR QUÉ Y CÓMO NOS DOLARIZAMOS
INVERSIÓN EXTRANJERA Y RETOS DEL
COMERCIO
CONCESIONES, SUBSIDIOS Y BONOS
RÉGIMEN TRIBUTARIO
CAPÍTULO VI
PARTICIPACIÓN CIUDADANA
PERSONAJES PÚBLICOS EN EL ASPECTO ÉTICO
COROLARIO
Resumen
BIBLIOGRAFÍA