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ADMINISTRACIÓN CIENTÍFICA

1.            Antecedentes:

En el siglo XVIII se desarrollaron conceptos económicos importantes para la administración científica, por ejemplo: la importancia de la división del trabajo (Adam Smith) y sus tres ventajas principales: 1) un aumento en la destreza del trabajador, 2) el ahorro de tiempo perdido al pasar de un tipo de trabajo al siguiente, y 3) el mejor uso de las nuevas máquinas.

Asimismo, los inventos en este siglo iniciaron un cambio que Toynbee, posteriormente denominó Revolución Industrias; cambio que obligó a buscar mejores técnicas de trabajo, que permitieran aprovechar al máximo los recursos.

Los males sociales de la Revolución Industrial recibieron amplia atención al principio del siglo XIX. En Inglaterra, los reformadores sociales vislumbraron reglamentaciones legales en las prácticas de contratación en las fábricas; Robert Owen, un reformador social que se convirtió en precursor de la administración como gerente de una firma textil se concentró en el mejoramiento de las condiciones de trabajo y en el desarrollo de una comunidad modelo. El impacto social de los métodos productivos llegó a ser de gran interés en las gerencias de operación.

Hacia 1832, los científicos y otra gente no relacionada directamente con la propiedad de las empresas manufactureras empezaron a considerar las mejoras de la gerencia. En ese año, Charles Babbage. Matemático y maestro, escribió: “De la Economía de las Máquinas y de las Manufacturas”, en el que aplicaba sus principios para lograr una mayor productividad.

Por el año de 1882, Henry R. Towne, industrial estadounidense, formuló sus propios principios y los aplicó a su empresa, pero fue estéril su esfuerzo para adoctrinar a otros ingenieros y administradores sobre las ventajas que tenían dichos principios para el proceso fabril; asimismo, hizo un llamado a la sociedad para que reconociera a la administración como un campo separado de estudio.

Tales progresos antes del siglo xx fueron, sin embargo, excepcionales y no significaron ningún esfuerzo integrado para estudiar la administración.

2.            Desarrollo:

El título de “Padre de la Administración Científica” ha sido conferido a Frederick W. Taylor. Sin embargo, Taylor no había surgido cuando el término fue inventado por Louis D. Brandeis, el cual lo usó en varias audiencias públicas que se efectuaron para demostrar que era posible aumentar salarios y al mismo tiempo reducir costos de operación, a través del uso de nuevos conceptos y filosofías implícitas en la administración científica.

Sin embargo, Koontz y O’Donnell afirman que si el entusiasmo con las teorías de Taylor no hubiera opacado los trabajos de Henri Fayol, la historia de la teoría de la administración hubiera sido diferente; así, afirman que el verdadero padre de la teoría de la administración moderna es el industrial francés Henri Fayol.

En su obra se puede apreciar una visión extraordinariamente precisa de los problemas básicos de la moderna administración, especialmente por el enfoque claro y práctico que Fayol confiere al papel del administrador y su comprensión de la universalidad de los principios de la administración.

De cualquier modo, los trabajos que se atribuyen a Taylor se consideran básicos, ya que fueron los primeros estudios de unidades de tiempo y de movimientos, herramientas extensamente aceptadas. En esencia, la administración científica se ha distinguido por la aplicación de métodos científicos a la investigación de los problemas administrativos que fueron generados por el crecimiento industrial. De este modo, cada método posible de hacer un trabajo es cuidadosamente analizado y los mejores elementos de todos estos métodos son combinados para formar el mejor método. Con base en el establecimiento de los mejores métodos de trabajo, la administración científica demanda que el trabajador sea instruido en cómo mejorar su actuación en las tareas, ofreciéndole incentivos para llevarlas a cabo con los métodos prescritos.

Para Taylor la esencia de la administración científica estaba en cuatro áreas principales:

a) El descubrimiento, a través del uso de métodos científicos, de los elementos básicos en el trabajo para reemplazar a los métodos empíricos.

b) La identificación como función de la gerencia de planear el trabajo, en lugar de permitir a los trabajadores reemplazar a su criterio los métodos empíricos.

c) La selección y entrenamiento de los trabajadores y el desarrollo de la cooperación, en lugar de auspiciar los esfuerzos individuales de los empleados.

d) La división del trabajo entre la gerencia y los trabajadores, de manera que cada uno efectúa las labores para las cuales está mejor preparado, con el incremento resultante de la eficiencia.

La administración científica no fue una invención. Fue un descubrimiento del uso de un método científico en la solución de una nueva serie de problemas. El concepto de administración involucra un “modo de pensar” acerca de la administración; vincula una filosofía que establece una actitud mental y una lógica de solución efectiva de problemas para los administradores o las empresas.

3.            Autores más relevantes:

Los fundadores de la administración científica no solamente revolucionaron el pensamiento y prácticas administrativas, sino también contribuyeron a formar un conjunto de conocimientos, entre los que destacan los siguientes:

a) De Frederick W. Taylor:

i) Principios para obtener el mejor tipo de administración: Una tarea diaria. Cada hombre en la organización debe tener una tarea diaria claramente definida.

Condiciones estándar. Debe proporcionarse al trabajador condiciones y herramientas uniformes que le permitan cumplir su tarea con certeza.

Altos salarios para premiar los éxitos. El trabajador debe estar seguro de que obtendrá salarios altos cuando cumpla bien su tarea.

Pérdida en caso de fracaso. Si fracasa en su labor el trabajador debe estar consciente que tarde o temprano el fracaso será para él.

ii) La administración científica significa nuevos deberes para los directores, entre otros: el desarrollo de una verdadera ciencia; la selección científica de trabajadores su capacitación y desarrollo; e íntima y amistosa cooperación entre administrador y trabajador.

b) De Harrington Emerson. Sus principios de eficiencia, que son: una ideaclara y definida; sentido común, asesoría competente; disciplina; trato justo; registros confiables, inmediatos, adecuados y permanentes; estándares y horarios; condiciones estándar de trabajo; operaciones estándar; instrucciones de prácticas estándar escritas; premios a la eficiencia.

c) De Henry L. Gantt. Una selección de sus contribuciones más útiles son:

i) El énfasis de que el trabajador debe estar orientado hacia una meta, pues el método más efectivo de estímulo a la gente lo constituye la fijación al trabajador de una tarea, de un objetivo.

ii) La asignación del entrenamiento como responsabilidad de la dirección, ya que puede de este modo incrementarse la productividad.

iii) La equivalencia entre la autoridad y la responsabilidad. La autoridad al emitir una orden involucra la responsabilidad de supervisar que sea correctamente ejecutada. Las gráficas de Gantt son un método de planeación y control de producción en términos de tiempo y cantidad.

d) De Frank Gilbreth. El estudio de movimientos tenía, para él, tres etapas: descubrir y clasificar la mejor práctica; deducir las leyes que la rigen y aplicar estas leyes para estandarizar esa práctica. Asimismo, inventó un sistema de análisis de la división del trabajo en sus elementos más simples, a los cuales llamó “therbligs”.

e) De Henry Fayol. Es relevante por su división de todas las tareas industriales en seis grupos de actividades: técnicas, comerciales, financieras, de contabilidad, de seguridad y administrativas. Asimismo, por haber sido el primero en presentar un análisis de las funciones de la administración que enlistó como: previsión, organización, mando (o dirección), coordinación y control.

f) Otros:

Es también importante la obra de Oliver Shelton en la cual concibe a la administración como una filosofía.

James D. Mooney es otro de los precursores de los estudios de la administración como ciencia y en su libro “Principios de Organización” desarrolla las bases científicas sobre las cuales descansa esa parte de la administración.

4.            Crítica:

El punto central de la crítica que se hace a la administración científica es su orientación predominantemente técnica y la poca atención que dio al aspecto humano de los trabajadores. Como consecuencia, este tipo de administración adquirió ciertas características negativas, de las cuales, las más atacadas han sido:

a) Excesivo autoritarismo. Toda la sabiduría radicaba en lo alto de la jerarquía y cualquier resistencia a sus edictos era vista como algo subversivo; incluso, se consideraba señal de debilidad jerárquica el que cualquier jefe permitiera que un subordinado discutiese sus órdenes o sus opiniones.

b) La prerrogativa del administrador, que consistía en darle libertad de elegirlos procedimientos que considerara más adecuados para el logro de las metas fijadas, le dio a éste, con el tiempo, cierto aire de autoridad para tratar los problemas de personal y obrero-patronales, sin intromisión de sindicatos obreros ni de las leyes de servicio civil; disponiendo así del personal, del mismo modo que de mercancías o de cualquier bien de la organización.

c) Considerar el aliciente económico como la fuente de motivación más poderosa para el trabajador. Por tanto, la producción medida, el trabajo a destajo y los estudios de tiempos y movimientos sirvieron de base para el pago de “alicientes” o “estímulos”.

d) Estar ligado al valor único de la “eficiencia de la producción” y llevar al máxima el beneficio económico. Este sistema de valores se trasladó a la administración pública de los Estados Unidos por conducto del movimiento de reorganización representado por el brote de comisiones de eficiencia y de economía que comenzó en la segunda década de este siglo.

e) Excesiva especialización, en virtud de la cual se desmenuzó el trabajo en labores tan pequeñas, que los obreros pasaban toda la jornada laborable ejecutando una sola operación continuamente repetida.

f) La tendencia de los cientificistas a considerar que en el comportamiento administrativo regían ciertos elementos universales que constituían “principios”. Así pues, había reglas específicas de conducta respecto a la unidad de mando, el ámbito de control, la distribución de departamentos de acuerdo con las funciones, la distinción entre plana mayor y línea y también de la dicotomía política-administración.

Herbert A. Simon, hizo añicos estos pseudo principios afirmando que no eran más que proverbios que nunca habían sido científicamente demostrados.

En la administración pública, la rebelión contra el enfoque de “principios” fue resultado, en parte, del rechazo de la idea de dicotomía política-administración, en la que la administración era vista como un proceso técnico aparte y aislado del proceso político. Los administradores eran los profesionales que cuidaban de llevar a efecto los mandatos de los políticos. Esa tajante separación entre los que toman acuerdos y los que ejecutan dichos acuerdos sin participar en la toma de decisiones, se considera ahora como algo poco realista, tanto en la administración de negocios como en la administración pública.

5.            Proyección en el pensamiento administrativo:

Los conceptos básicos de administración científica han dado origen a las teorías modernas de administración, filosofías y extensos marcos conceptuales para la solución de problemas administrativos y son ahora aplicados a todos los niveles de administración y campos de la empresa industrial.

Coincidiendo con el movimiento de la administración científica, y por él estimulado, un buen número de administradores trató de mejorar la eficiencia en el gobierno, por medio de una mejor administración y mejores sistemas de manejo de personal. Uno de los apóstoles de este movimiento fue Woodrow Wilson, quien desde 1887 y en muchas ocasiones posteriores exhortó a la búsqueda de una mayor eficiencia en el gobierno. Quienes se han interesado por la administración pública han puesto énfasis, naturalmente, en asuntos tales como la organización, el manejo de personal, el control del presupuesto y la planeación.

Muchos administradores públicos y científicos políticos han hecho contribuciones muy importantes en este campo. Entre ellos puede mencionarse a Luther Gulick, con sus observaciones sobre la organización del gobierno y su investigación sobre la aplicación de la metodología científica a la administración pública; lo mismo que a otros importantes pioneros en este campo, tales como White, Gaus, Friedrich, Stone, Dimock, Simon y Merriam, quienes actuaron en su doble carácter de administradores públicos e investigadores académicos.

La administración científica por último, fue desplazada par la moda de la dinámica de grupos y las relaciones humanas en las décadas 40 y 50’s. Actualmente, con el advenimiento de la automatización, computadoras de alta velocidad, etc., nos encontramos nuevamente con una revolución en la administración, en la cual resurge el papel de la administración científica.

Sin embargo, esta nueva tendencia de ninguna manera descuida el papel que juega el comportamiento de los empleados o la necesidad esencial de la participación de éstos en todos los niveles de la organización, sino que integra y conciba ambas tendencias. EMD