2024 Oct 10 Dos interesantes frases. Clara Scherer.
No conocer Ni la O por lo redondo y El arduo camino de la A, invitan a reflexionar. Mientras la primera frase habla de la ignorancia absoluta sobre algún tema, la segunda dice que, para una de las vocales más usada en español, ha sido complicadísimo para designar ocupaciones realizadas por mujeres. Por eso, la actual mandataria enfatiza presidenta con A. También pueden significar lo masculino y lo femenino, tomando en cuenta solamente su uso cotidiano, sin implicar la ignorancia o el arduo camino de un lado o del otro.
Dos talentosas mujeres del siglo pasado hablaron de esas letras. La China Mendoza (1927) María Luisa, simpática, dicharachera, literata, periodista, quien tituló su columna en El Día como La O por lo redondo. La otra, Griselda Álvarez, (1913) que, en el Consejo Nacional de las Mujeres de 1996, recordaba el arduo camino de la A, refiriéndose al camino de las mujeres para acceder a sus derechos, iniciando por decir médicas, ingenieras, contadoras, etcétera. Dicen que escribió un poema con ese título, pero no está en sus libros.
Una, Griselda, de Colima. La otra, María Luisa, de Guanajuato. Políticas ambas, de familias dedicadas a ese complejo quehacer, la política. Las dos, qué remedio, militantes del PRI. María Luisa, diputada federal. Griselda, primera gobernadora del país. Las dos, feministas, imposible de otra manera.
María Luisa, en su novela Con él, conmigo, con nosotros tres, narra los trágicos acontecimientos del 2 de octubre y va desarrollando una singular historia de México, ligada a la histórica opresión de las mujeres. Es eso, pero también, algo más. Lo dijo Rosario Castellanos: Si algo nos ha faltado siempre (y MLM remedia, a su modo, tal carencia en su libro) es sentido de la historia. (https://tidsskrift.dk/revue_romane/article/view/29592/26795).
Griselda, en cambio, hizo historia. No sólo por ser la primera mujer gobernadora en 1979, sino también porque la titularidad de los tres Poderes en la entidad estuvo presidida de manera simultánea por tres mujeres: ella al frente del Ejecutivo, la diputada Ma. Concepción Barbosa como presidenta del Congreso del estado y la magistrada Margarita Torres Huerta como presidenta del Supremo Tribunal de Justicia de la entidad.
Quizá, alguna de las columnas de La O por lo redondo, relataba lo que dice Jazmina Barrera de una de las novelas de La China Mendoza: “Las librerías están inundadas de novelas que narran un sinnúmero de fantasías masculinas de todo tipo, pero las hay pocas como esta, De Ausencia, que da voz a las fantasías sexuales y vitales más extravagantes de una mujer”. (https://vindictas.unam.mx/sitio/sites/default/files/teasers/Ausencia_Ade...).
Contrasta en la forma, pero no en el fondo, con el poema de Griselda, Anatomía superficial: Oreja, mano, brazo, pierna, ojo/ tu mitad que se ajusta con la mía/ en la superficial anatomía/ donde corren tu audacia y mi sonrojo. El arduo camino de la A, según Marcela Lagarde, es símbolo de la dificultad para ser aceptadas y visibilizadas.
Las dos enfrentaron con valentía sus propias decisiones; fueron, al decir de Nervo, arquitectas de su propio destino y si una dice: “Llévate mi lejana arquitectura/ pero déjame entera mi alegría, la otra exclama: “En muchos aspectos de mi vida hice lo que yo quise, amé a quien se me dio la gana, fui fiel y leal a ese amor, a ese trabajo, a ese periódico, a ese credo político y también al religioso. Siempre he sido católica, es mi derecho a expresarlo”. (https://cultura.nexos.com.mx/abecedario-de-maria-luisa-la-china-mendoza/).
María Luisa y Griselda, tan enteradas, tan cultivadas, tan diferentes, coinciden en la declaración de la plena libertad femenina. Griselda: El erotismo es un derecho humano. (https://mascultura.mx/el-erotismo-como-resistencia-la-poesia-de-griselda...).
Tomado de: Excélsior