2025 Feb 2 Ser soberanos. Carlos Elizondo Mayer-Serra.
Las reformas a las leyes energéticas tienen un objetivo central: “fortalecer la Soberanía Nacional”. Fueron presentadas por Sheinbaum en su mañanera del miércoles en 13 láminas. No hay documentos analíticos que permitan saber cómo se piensan alcanzar los objetivos propuestos.
Este régimen entiende ser soberanos como ser autosuficientes. AMLO buscaba dejar de importar maíz, frijol y arroz. En el caso del maíz, pasamos de producir 27.5 millones de toneladas de maíz blanco y 3.1 millones de toneladas de maíz amarillo en el ciclo 2017/2018 a 21.9 y 3.2 millones en el año agrícola 2024. Las importaciones de maíz amarillo se incrementaron de 16 millones de toneladas en el 2018 a 23.6 millones en el 2024.
También se soñó con que seríamos autosuficientes en combustibles, en particular en gasolinas. Esto justificaba la refinería de Dos Bocas. Cruel ironía: la refinería no tiene energía para poder operar plenamente; ni eléctrica, ni gas. Ahora quieren garantizar el abasto del país...
La nueva política presentada se centra en que las empresas energéticas del Estado tendrán todo el apoyo fiscal y regulatorio. Sus actividades no se consideran monopólicas; podrán utilizar su posición hegemónica para distorsionar los mercados.
Por decreto, la CFE mantendrá el 54 por ciento de la energía generada. Pemex no tendrá competencia alguna en exploración y producción.
Se presentaron ambiciosos montos de crecimiento de la inversión en el sector eléctrico, pero no se especifica de dónde provendrán los recursos ni cuánta producción o capacidad de transmisión adicional se logrará. Si tuvieran el dinero, cosa bastante incierta, se podrían cumplir las metas de inversión. Es cuestión de gastar. Lograr lo prometido es otra historia. En Dos Bocas invirtieron casi el triple de lo prometido.
En materia de hidrocarburos no hay datos de inversión. Mucho menos de producción esperada. El sexenio anterior fue un fracaso: la producción de crudo cayó más de 10 por ciento, cuando la promesa era incrementarla en por lo menos un 50 por ciento. Pemex Transformación Industrial tuvo pérdidas de 1,189,456 millones de pesos, casi 12 veces el gasto del sector salud en 2024.
La noticia más positiva es que hay una cierta apertura hacia la inversión privada. Ya se verá quiénes aceptarán tener una posición subordinada frente a la CFE y Pemex. Esto en un contexto de incertidumbre sobre cómo funcionará el Poder Judicial en caso de que haya algún conflicto o diferencia con el gobierno.
Si bien hay muchas rutas posibles para promover al sector energético, no conozco país que lo haya logrado centralizando y evitando la competencia. Así como en las mañaneras explican con toda precisión por qué imponer aranceles a la importación de productos mexicanos es contrario a los intereses de los consumidores de Estados Unidos, cualquier experto podría explicar por qué eliminar la competencia será perjudicial para el sector energético. Seguiremos sacrificando recursos fiscales para subsidiar a la CFE y a Pemex. La racionalidad política se impone muchas veces sobre la económica, como lo vimos ayer con la imposición de aranceles a México.
AMLO buscó el control del sector energético a la par de desatender el verdadero reto a la soberanía: la expansión territorial del crimen organizado. Según Estados Unidos esa es la principal razón para imponernos aranceles.
El gobierno de Sheinbaum entiende que debe recuperar el territorio nacional, tanto por elemental sentido del deber, como por la necesidad de construir una relación viable con Estados Unidos. Sin embargo, entre más tiempo y recursos gasten en actividades que podrían hacer los privados, y en general mucho mejor, más difícil será combatir el crimen organizado. También será más complicado tener una política energética que amplíe las capacidades productivas del país y permita un mayor bienestar a los mexicanos.
Tomado de: Reforma