2008 Jun 22 El “Minimí” de Calderón. Jorge Zepeda Patterson.
Toluca también cuenta con un presidente municipal legítimo y otro espurio, pero al estilo Austin Powers.
Lo preocupante no es que el primer edil haya contratado a un doble para hacer anuncios sin que lo acusen de violar la ley que impide a los funcionarios promover su imagen personal. No, lo que en verdad preocupa es que lo pudiera utilizar para gobernar en su lugar (en una de esas, los toluqueños saldrían ganando). Y es que la desfachatez del presidente municipal panista Juan Rodolfo Sánchez, empresario y fundador del Banco Caritas, no tiene límite. Si su gobernador Peña Nieto ha logrado burlar la ley negociando con las televisoras para que presenten como noticia sus giras e inauguraciones, Sánchez fue un paso más allá: hizo anuncios con un clon para burlar el impedimento legal.
“La genial” idea es producto del publicista español Xavier Domínguez, quien también asesora al flamante coordinador de los senadores panistas, Gustavo Madero. Cabría preguntarnos qué les ha dado a los panistas para importar estos vendedores de imagen españoles. Ciertamente dio resultado la campaña sucia y del miedo que Antonio Sola desarrolló para hacer ganar a Calderón en contra de López Obrador. Pero esto de contratar clones para burlar la ley parece otra campaña sucia pero dirigida contra sí mismos. ¿Qué ciudadano habría de votar por un funcionario que recurre a una falsificación de sí mismo?
Entrevistado al respecto, Xavier Domínguez aseguró que la labor del asesor de imagen es ayudar al político para que no se limite a informar, sino a “saber llegar a la gente y ofrecer una imagen de honradez”. Se requiere un salto cuántico para partir de esa premisa y terminar con una imagen pirata de su representado. Aunque bien mirado, el publicista no habla de “honestidad” sino “imagen de honestidad”, y ciertamente habría que reconocer que hay políticos que la única posibilidad que tienen de parecer honestos es contratando a un doble.
Resulta irónico que el panismo que llegó a Los Pinos gracias a la bandera del combate de 70 años de corrupción priísta, esté recurriendo a versiones tan burdas del engaño. Alguien podría decir que no se trata de una posición oficial del PAN sino de errores individuales. Pero fue Felipe Calderón quien extendió carta blanca a sus correligionarios cuando afirmó durante la campaña, justamente a propósito de los subterfugios y mañas, que lo importante era llegar “haiga sido como haiga sido”. Su frase hizo escuela y el presidente toluqueño resultó un mal imitador, un minimí de Calderón.
Por lo demás, no se trata de funcionarios de rango menor. Gustavo Madero es uno de los hombres más poderosos del país ahora que coordina a los senadores del blanquiazul. Ya de por sí es bastante confusa la imitación que hace de su abuelo Francisco I. Madero. También se presta a suspicacias ver al Presidente del país con canas una semana y sin ellas la siguiente. Por lo pronto, propongo que la próxima vez que veamos a un alto funcionario llevarse el dedo meñique a lo labios alcemos la voz y exijamos la presentación de la versión original. Salvo, claro, si se trata de Germán Martínez: creo que preferiríamos a su minimí.