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2008 Mayo 15 Debate o trámite. Manuel Bartlett Díaz

Iniciaron los foros sobre la reforma energética. Los dirigentes partidistas disertaron sobre los principios que regirán la reforma. Los foros fueron forzados, es deseable que su desarrollo no lo sea. El Ejecutivo pretende cambiar el marco jurídico de Pemex. La disyuntiva es mantener la exclusividad del Estado en la explotación del petróleo o la introducción del capital extranjero. Está en juego el futuro de México.

 Importa que todo el país acceda al debate, conozca los argumentos para reintroducir a las transnacionales y los que los refutan. Esto requiere un trabajo serio, clasificar las razones, hacerlas contrastables. Las televisoras deberían transmitir este ejercicio a todo el país, como lo saben hacer para vender sus productos. Es de interés público y son servicios públicos. No basta el Canal del Congreso.

 Los mexicanos no queremos la desnacionalización del petróleo, pero confunden difundiendo sistemáticamente que no se intenta privatizar. La secretaria Kessel lo repite todos los días. Para evitar la confusión se requiere que frente a la negativa oficial se exhiban al público los preceptos que autorizan “la participación de terceros”, las propuestas de facultades para transferir a empresas extranjeras las funciones de Pemex, empresa pública, o sea privatizar.

 Pero no se da esta información; al contrario, televisoras y radiodifusores difunden los argumentos oficiales y minimizan los contrarios. Así el debate sería ilusorio, la mercadotecnia del gobierno y sus recursos harán del debate en el Senado un simple trámite. Es imprescindible que el gobierno garantice que los medios informen con honestidad y equilibrio. De no hacerlo el proyecto oficial se impondría de manera antidemocrática. ¿Y las consecuencias?

 Importa también la auténtica participación de los legisladores en el debate. Deben tener a su alcance los argumentos, sus fundamentos, los elementos para detectar el significado engañoso de palabras suplantadas por eufemismos. Deben exigir información de fondo, más allá del diagnóstico simplista de desastres sin responsables, las causas eficientes de la situación de Pemex para determinar opciones sin caer en la trampa de soluciones únicas. La respuesta a problemas causados deliberadamente empieza por cambiar políticas equivocadas. Está desgastado el truco del terrorismo energético para imponer la inversión extranjera.

 ¿Conocen por qué se fragmentó a Pemex en cuatro subsidiarias? ¿Qué se prometió y qué ocurrió? ¿Quién decidió? De las cuatro subsidiarias sólo funciona Pemex Exploración y Producción para extraer crudo sin reponer reservas, incrementando irresponsablemente la exportación. Las otras tres, Gas y Petroquímica Básica, Refinación y Petroquímica, están desfinanciadas con el resultado de pasar de la autosuficiencia a la importación para beneficio del extranjero. No fue un error, fue un avance privatizador con proyecto del Banco Mundial.

 Los legisladores deben informarse sobre geopolítica, la lucha actual de los productores de petróleo para recuperar sus recursos, obtener mejores beneficios; de la decisión del G-7 de acabar con las empresas petroleras públicas nacionales que detentan la mayoría de las actuales reservas. Deben profundizar en los efectos del TLC en las contrataciones sometidas a licitación internacional y la consecuente liquidación de las empresas nacionales. Acerca del ASPAN, sobre “seguridad”, acuerdo cuasisecreto de Fox y Calderón con EU, que compromete entre otras cosas la energía, sin autorización del Senado.

 Cada legislador será responsable ante la historia, su nombre se relacionará con su voto para siempre. ¿Votarán por disciplina de partido? ¿Los habrán convencido los argumentos simplistas repetidos sin convicción ni lucidez por Kessel y el hijo del gran maestro? ¿Los coordinadores ejercen un liderazgo iluminado, culto, visionario, como para conducirlos sin mayor reflexión?

 En el Congreso a veces frente a la “línea” se opta por el “voto de conciencia”. ¿No amerita la decisión sobre la entrada de empresas extranjeras a manejar nuestra energía vital un voto de conciencia más que un voto de grupo?

 

 

Tomado de: “El Universal”. Detrás de la Noticia. 15 de mayo de 2008