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2024 May Índice de Paz México. Cuantificación de la paz y sus beneficios. Instituto para la Economía y la Paz (IEP)

RESUMEN EJECUTIVO
Esta es la undécima edición del Índice de Paz México (IPM), elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP). El IPM proporciona una medición integral de la paz en México, que incluye tendencias, análisis y estimaciones del impacto económico de la violencia. El IPM se basa en el Índice de Paz Global, la medición más importante de la paz a nivel mundial, elaborado anualmente por el IEP desde 2007. El IPM consta de 12 subindicadores agregados en cinco indicadores principales.

La paz en México mejoró un 1.4% en 2023. Este fue el cuarto año consecutivo de mejora después de cuatro años consecutivos de deterioro. Sin embargo, empeoraron más estados de los que mejoraron: 15 estados mostraron mejora y 17 deterioro.

El panorama de la delincuencia organizada en México continúa reconfigurándose por la continua disminución del mercado de marihuana y heroína ilícitas en los Estados Unidos, y la creciente dependencia de los grupos delictivos en actividades como la extorsión y el narcomenudeo a nivel nacional, así como la fabricación y el tráfico del opioide sintético fentanilo. En este contexto, ha habido una mayor competencia por las rutas de tráfico y el control de las mafias locales entre grupos, especialmente los dos cárteles más poderosos del país, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa. Se estima que entre 2017 y 2022 unas 19,000 personas resultaron víctimas del conflicto entre estos dos grupos.1

México es uno de los lugares más peligrosos del mundo para ser político. Una medición global reciente determinó que el país tenía uno de los números más altos del mundo de asesinatos por motivos políticos.2 Además, los análisis dentro de México han mostrado que la violencia política ha aumentado sustancialmente en los últimos tres años, pasando de 51 asesinatos de figuras políticas y funcionarios gubernamentales en 2020 a 171 en 2023. Este es el tercer año consecutivo de deterioro.

En 2023, los estados con mayores tasas de homicidios fueron Colima, Morelos, Baja California, Zacatecas y Chihuahua. La capital de Colima registró la tasa de homicidios más alta de todos los municipios grandes de país.3

Colima también se ubicó como el estado menos pacífico del país el año pasado, seguido de Baja California, Morelos, Guanajuato y Zacatecas. En contraste, Yucatán volvió a ser el estado más pacífico de México, seguido de Tlaxcala, Chiapas, Durango y Coahuila. Existe una gran divergencia en la violencia en todo el país: los estados más pacíficos registran una tasa promedio de homicidios de 4.2 muertes por cada 100,000 personas, en comparación con una tasa promedio de 72 en los estados menos pacíficos. El año pasado, Colima registró la tasa de homicidios más alta que cualquier estado haya tenido, con 111 muertes por cada 100,000 habitantes.

En 2023, las mayores mejoras en materia de paz se produjeron en Zacatecas, Michoacán, Durango, Sonora y Tabasco. En contraste, Morelos, Sinaloa, Quintana Roo, Chihuahua y Nayarit registraron los mayores deterioros.

Los cinco indicadores del IPM mejoraron en 2023, aunque varios subindicadores se deterioraron. Los homicidios y delitos cometidos con armas de fuego registraron las mayores mejoras, pues sus tasas mejoraron en un 5.3% y un 2.7%, respectivamente. La tasa de homicidios cayó a 23.3 muertes por cada 100,000 habitantes, su nivel más bajo desde 2016. Esta caída marca el cuarto año consecutivo en el que ha mejorado el índice de homicidios. A pesar de esto, los homicidios siguen siendo generalizados en México, con más de 30,000 víctimas cada año desde 2018, sustancialmente más que en 2015, cuando hubo menos de 18,500 víctimas.

El indicador del miedo a la violencia también registró una mejora notable el año pasado. En 2023, el 74.6% del país percibió el estado en el que residían como inseguro, una mejora del 1.7% en comparación con 2022. En los últimos nueve años, las percepciones nacionales de inseguridad generalmente han ido a la par de los niveles generales de violencia en el país.

Por primera vez desde 2020, mejoraron los indicadores de delitos con violencia y de crímenes de la delincuencia organizada. La tasa de delitos con violencia disminuyó un 0.8%, impulsada por una mejora en el robo, la forma más común de delito con violencia, con una tasa que cayó un 8.9%. Por el contrario, los otros tres subindicadores, violencia sexual, violencia familiar y asalto, registraron deterioros menores pues cada una de sus tasas aumentó menos del 5%. En los últimos nueve años, los subindicadores de delitos con violencia han seguido patrones divergentes. Las tasas de asalto y robo no han variado más del 33% desde 2015. Sin embargo, la violencia familiar y la violencia sexual han aumentado cada año: ambas tasas se han más que duplicado desde 2015. Es difícil saber si la tasa subyacente ha aumentado o si la mayor conciencia sobre la violencia familiar y violencia sexual ha contribuido a que estos delitos se denuncien con mayor frecuencia.

Después de alcanzar su punto máximo en 2022, la tasa de crímenes de la delincuencia organizada mejoró un 1.7%. Este fue el resultado de una mejora en la extorsión, que mejoró un 6.5%. Todos los demás indicadores de los crímenes de la delincuencia organizada se deterioraron. Los delitos graves, que incluyen violaciones federales de narcotráfico, registraron el mayor deterioro, mientras que el secuestro, la trata de personas y el narcomenudeo registraron deterioros más modestos.

A pesar de las mejoras en los últimos cuatro años, México fue sustancialmente menos pacífico en 2023 que en 2015.

Durante ese periodo, la paz en México se ha deteriorado un 14.4%, con muchos indicadores de delincuencia significativamente más altos que hace nueve años. La tasa de homicidios, por ejemplo, fue 54.1% más alta en 2023 que en 2015, mientras que la tasa de delitos cometidos con armas de fuego fue 63.8% más alta.

La actividad de la delincuencia organizada sigue siendo el principal impulsor de los homicidios y la violencia con armas de fuego en México. Se estima que la proporción de homicidios asociados con los crímenes de la delincuencia organizada aumentó un 145% entre 2015 y 2022. Esto significa que, en los últimos nueve años, el número anual de homicidios relacionados con la delincuencia organizada aumentó de unos 8,000 a aproximadamente 20,000, mientras que el número no relacionado con la delincuencia organizada tuvo un cambio comparativamente menor.

La violencia contra las fuerzas de seguridad en México ha ido en aumento en los últimos años. Entre 2018 y 2023, más de 2,600 policías han sido asesinados en México; Guanajuato registró la mayor cantidad de agentes asesinados y Zacatecas registró la tasa de homicidios de policías más alta. Durante este tiempo, el país registró una tasa promedio anual de homicidios de policías de 96.8 asesinatos por cada 100,000 agentes, lo que significa que ser policía en México es aproximadamente cuatro veces más peligroso que ser miembro de la población general.

En los últimos nueve años, las armas de fuego se han convertido en la principal causa de homicidios tanto de hombres como de mujeres en México. Entre 2015 y 2023, la proporción de homicidios de hombres cometidos con arma de fuego aumentó del 60.9% al 72.4%, mientras que la proporción de homicidios de mujeres con arma de fuego se incrementó del 37.8% al 61.2%. Esto indicaría una mayor disponibilidad de armas.

Desde el año 2010, se han reportado más de 95,000 casos de personas extraviadas y desaparecidas en México. El año pasado se produjo el mayor número de casos registrados, con más de 12,000 denuncias de personas desaparecidas. Históricamente, se ha reportado la desaparición de más hombres que mujeres, pero en los últimos años una proporción cada vez mayor de personas desaparecidas han sido mujeres, con un récord del 29.1% del total en 2023.

El impacto económico de la violencia ha mejorado en cada uno de los últimos cuatro años. En 2023, se estimó que el impacto económico de la violencia en México fue de 4.9 billones de pesos (USD 245 mil millones), lo que equivale al19.8 % del PIB de México. En términos per cápita, el impacto económico fue de 37,430 pesos, más del doble del salario promedio mensual de un trabajador mexicano. El año pasado, el impacto disminuyó un 1%, o 49 mil millones de pesos. La disminución de los homicidios impulsó la mejora a nivel nacional, ya que su impacto cayó un 2.9%.

El gasto de México en seguridad pública y su sistema de justicia penal es el más bajo de todos los países de la OCDE y equivaldría al 0.65% del PIB. Esto también es menos de la mitad del promedio de América Latina. En 2023, el gasto en seguridad pública fue menor que en 2008.

Para enfrentar el crimen y la violencia de manera más eficaz, el sistema judicial de México necesita principalmente una mayor inversión. El país tiene un promedio de 4.4 jueces y magistrados por cada 100,000 habitantes, una cuarta parte del promedio mundial. Esto ha dado lugar a que un gran número de personas sean encarceladas mientras esperan juicio o sentencia. El fortalecimiento del Poder Judicial es de particular importancia para combatir los altos niveles de

impunidad en México.

La resiliencia socioeconómica de México, medida por la calificación del Índice de Paz Positiva (IPP), se ha deteriorado un 3.7% en la última década. Esto contrasta con una mejora promedio del 0.4% para la región de Centroamérica y el Caribe. La Paz Positiva es una medición de las actitudes, instituciones y estructuras que crean y sostienen sociedades pacíficas, y una medida de resiliencia.

El deterioro de México en cuanto a Paz Positiva desde 2013 ha sido impulsado principalmente por deterioros en cuatro Pilares de Paz Positiva: Buen funcionamiento del gobierno, Bajos niveles de corrupción, Altos niveles de capital humano y Entorno empresarial sólido. El Índice de Paz Positiva de México (IPPM), una medida subnacional de Paz Positiva, muestra además que un Buen funcionamiento del gobierno y los Bajos niveles de corrupción fueron los pilares con mayores niveles de correlación con los niveles de paz de los estados.

Tan solo combatir los factores que impulsan la violencia no es suficiente para mantener la paz. Mejorar los niveles de paz en México requiere estrategias más amplias que incluyan abordar la corrupción y crear instituciones eficaces en las que la población confíe. Para abordar la violencia sistémica, se necesita un marco holístico de seguridad pública y construcción de la paz.

El informe del IPM 2024 proporciona evidencia para que los responsables políticos, los líderes empresariales y las organizaciones de la sociedad civil ayuden a desarrollar nuevas y más amplias soluciones de construcción de paz para México.

 

Notas:

1 Uppsala Conflict Data Program (UCDP). 2022 es el último año con datos disponibles.

2 Global Initiative. (2020). “Global Assassination Monitor”. https:// assassination.globalinitiative.net/map.

3 Un municipio importante se define aquí como uno con una población de al menos 150,000 personas.

 

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