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Los partidos políticos 1. Un estudio sociológico de las tendencias oligárquicas de la democracia moderna. Robert Michels.

Que Los Partidos Políticos es un clásico de la ciencia social ya ha sido demostrado varias veces. Max Weber, amigo íntimo de Michels, baso en este libro el análisis de la estructura de los partidos políticos legales. Las afirmaciones con que James Bryce, el erudito ingles en política comparada, resume las conclusiones de su estudio de los gobiernos casi parafrasean a Michels. Irving Howe habla en nombre de toda una generación de intelectuales de izquierda perturbados por los crímenes del stalinismo cuando confiesa que al leer esta obra quedo con una sensación permanente de desasosiego. En la Polonia posstalinista el análisis de Michels llego a ser una fuente primordial de ideas. Sigmund Neumann escribió: El estudio de la sociología de los partidos políticos ha estado enteramente dominado por la ley de hierro de las tendencias oligárquicas de los movimientos sociales, de Robert Michels.

 

En estas páginas, el entonces joven sociólogo alemán expuso lo que ha llegado a ser el argumento mas importante contra el concepto rousseauniano de la democracia popular directa, que fundamenta gran parte de la teoría democrática y socialista tradicionales. Michels sostiene que el mal funcionamiento de la democracia no resulto de un bajo nivel de desarrollo social y económico, una educación insuficiente o el sometimiento de la opinión publica en el capitalismo. Según el, la oligarquía, el dominio de un partido, una institución cualquiera o una sociedad por quienes están en la cumbre, es parte intrínseca de la burocracia de la organización en gran escala. Quien dice organización dice oligarquía.

 

2017 Oct 16. PAN: 1992-2017. Bernardo Bátiz V.

En 1992 renunciamos al Partido Acción Nacional (PAN) un grupo de militantes del Foro Democrático; 25 años después se separa del partido la abogada de la Escuela Libre de Derecho Margarita Zavala Gómez del Campo y no sólo, sino que también se inscribe como aspirante independiente a la Presidencia para las elecciones del año próximo. En este largo cuarto de siglo ha corrido mucha agua bajo los puentes, tanto en el partido como en el país.

 

Entre ambas escisiones hay diferencias; en la del Foro Democrático, salieron dos ex presidentes nacionales, José González Torres y Pablo Emilio Madero, ambos también candidatos a la Pre­sidencia de la República; el primero contendió contra Gustavo Díaz Ordaz y el segundo contra Miguel de la Madrid Hurtado; salimos también, el empresario Alfonso Méndez Ramírez y el escritor Jorge Eugenio Ortiz Gallegos, amigo de don Manuel Gómez Morín, ambos fundadores del partido; los abogados Jesús González Schmal, Abel Martínez Martínez y Gaudencio Vera Vera; Arturo Ocampo y quien esto escribe. Todos fuimos dirigentes y algunos también legisladores. Nos separamos mediante una carta de renuncia presentada en las oficinas de Acción Nacional y leída en una rueda de prensa.

1915 Sep 3 Carta al presidente Wilson en la que se reprocha su parcialidad a favor de Carranza y su opinión errada de Villa y Zapata. Ing. Daniel de la Garza.

A Woodrow Wilson.

Creo, señor, que los buenos mexicanos al ocuparse de la personalidad política de usted, deben recurrir a toda su serenidad, a todo su juicio recto, a toda la magnanimidad de que sea capaz el corazón humano, para contener las explosiones de indignación justísima que su conducta tenebrosa y su conciencia sombría han despertado, no en el alma mexicana sino en el alma universal.

Cuando los agentes electorales de usted en Nueva York buscaban anhelosos el apoyo de los latinoamericanos y con la actividad de los americanos sajones, organizaban juntas políticas para hacer en ellas la propaganda del Partido Demócrata y la exaltación de los méritos de su personalidad, hoy harto menguado, hice desde la tribuna la siguiente interpelación después de oír lo que nos pedían.

"...Y bien, señores: pedís a los latinos residentes en Nueva York que interpongan ante sus naciones su influjo, más o menos poderoso, en favor del señor Wilson y del Partido Demócrata; pedís a las naciones latinas que den su apoyo a ese apóstol, como le llamáis, a ese puritano, a ese sabio, redentor según vosotros de la Libertad, de la justicia y del Derecho, pisoteados por el Partido Republicano, cuyo cerebro radica en Wall St. y cuyos tentáculos son cada uno de los Bancos de los pueblos latinos de América y que, desarrollando la política del dólar, rompen los pactos internacionales, conculcan los derechos y encadenan la libertad, ahogando los gritos de los pueblos escarnecidos y agonizantes, con el retintín sonoro de sus dineros destinados a armar manos fratricidas para derramar sangre hermana.

1949 Mayo. ¿Por qué socialismo? Albert Einstein.

¿Debe quién no es un experto en cuestiones económicas y sociales opinar sobre el socialismo? Por una serie de razones creo que si.

Permítasenos primero considerar la cuestión desde el punto de vista del conocimiento científico. Puede parecer que no hay diferencias metodológicas esenciales entre la astronomía y la economía: los científicos en ambos campos procuran descubrir leyes de aceptabilidad general para un grupo circunscrito de fenómenos para hacer la interconexión de estos fenómenos tan claramente comprensible como sea posible. Pero en realidad estas diferencias metodológicas existen. El descubrimiento de leyes generales en el campo de la economía es difícil por que la observación de fenómenos económicos es afectada a menudo por muchos factores que son difícilmente evaluables por separado. Además, la experiencia que se ha acumulado desde el principio del llamado período civilizado de la historia humana --como es bien sabido-- ha sido influida y limitada en gran parte por causas que no son de ninguna manera exclusivamente económicas en su origen. Por ejemplo, la mayoría de los grandes estados de la historia debieron su existencia a la conquista. Los pueblos conquistadores se establecieron, legal y económicamente, como la clase privilegiada del país conquistado. Se aseguraron para sí mismos el monopolio de la propiedad de la tierra y designaron un sacerdocio de entre sus propias filas. Los sacerdotes, con el control de la educación, hicieron de la división de la sociedad en clases una institución permanente y crearon un sistema de valores por el cual la gente estaba a partir de entonces, en gran medida de forma inconsciente, dirigida en su comportamiento social.

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